11 de abril de 2009

Los abrazos rotos

Se dice que a Pedro Almodóvar se le adora o se le odia. Me encuentro entre esos espectadores que anhelan ver su nueva película y que temen la decepción. Me ha gustado y no me ha gustado del todo, creo que falla en el ritmo, lo que sí me ha gustado es ese delicioso paseo por el cine noir, esas reminiscencias de Viaje a Italia de Rosellini, en el título, de Audrey Hepburn en la estética de Penélope Cruz (que actúa muy bien,como Blanca Portillo), esos guiños a Buñuel, a Stahl (Leave Her to Heaven), a Lo que el viento se llevó (escena de la escalera), me ha encantado el tema del doble, del otro yo, de la otredad ambigua (en Mateo Blanco= Harry Caine, en Lena y Pina, en Ernesto Hijo y Padre), reconozco que adoro a Almodóvar cuando disfruto de la escena de la lectora(Lola Dueñas)o del recuerdo de Mujeres al borde de un ataque de nervios y su gazpacho (cromatismo y delicadeza de esa lágrima que se desliza por un tomate). Admiro el glamour cuidadísimo de la estética de Magdalena y la escena en la que abandona doblemente a Ernesto en su casa, mientras su altratador la espía. Comparto la relevancia que otorga al tema de la relación padres-hijos, destaco la mantenida entre Diego y su madre y Diego y Harry. No me gusta la imagen de la mujer joven enganchada con un viejo rico maltratador y posesivo ni la de Judit, colgada de un hombre que no la desea, por lo demás, me ha gustado. Y la canción de Cat Power.

No hay comentarios: