11 de abril de 2009

Que trama

Miguel Canseco nos enreda en un mar de dureza que se doblega entre las manos del hombre. La exposición (Parador de Zafra,marzo- abril 2009) se encuentra en un bello patio de un palacio del siglo XV. El murmullo del agua de la fuente evoca al Machado que representó en la noria la monotonía del paso del tiempo, pero entre las formas de los entramados de Canseco, la materia parece cobrar vida, se expande y contrae embravecida por el sol, retenida por la suavidad del murmullo del agua. Caminamos entre esculturas que oscilan sobre ellas mismas, y como caminantes de la vida, nos dejamos embriagar por la sutilidad del arte. Un sol que pende desafiando al cielo y que parece formar ya parte del la estructura del patio, un caminante que recibe al espectador en la mesita de la entrada, junto al papel en blanco donde los visitantes dejarán anotadas sus impresiones. Sobre la piedra de la fuente, reposa una breve escultura que flota en su gravidez. Apartamos suavemente una esfera que interrumpe nuestro paseo y nos obliga a contemplar de dónde emerge esta forma retorcida, en círculos que se engranan en otros círculos cerrados. Dos esferas se disputan el primer puesto en un giro constante, eterno, dos figuras de personas descansan en el suelo, entre otras y por fin descansamos sentándonos en una de las esculturas, la impresionante pérgola que recoge piedras del camino en su interior. Aún inmersos en la belleza del metal, ascendemos por la escalinata hacia el lugar donde reposan los jarrones, el azul, el barro, el puzzle (de nuevo la trama), el ciñrculo incrustado en la cerámica, las formas redondas, ovaladas, el círculo infinito. Después, alzamos los ojos al azul del cielo, y vemos la trama, que trama. El autor dice: Un camino sin fin que gira otra vez, que se cruza con otros caminos, formando tramas, tramando historias. Tramas infinitas que se mezclan y cruzan, que envuelven y conforman universos cerrados. Cerrados en un círculo. Que forman planos cóncavos y convexos, que se expanden y contraen en el espacio. La naturaleza confinada en formas geométricas que se aproximan o alejan. Que nos envuelven. Formas orgánicas inspiradas en el paisaje. Un paisaje interior, un paisaje exterior. Caminos andados y por recorrer. En eso estamos.Miguel Canseco Este escultor pacense ha expuesto desde el año 1984 hasta la actualidad en Los Santos de Maimona, Murcia, Alicante, Badajoz, Lorca y ha recibido Premios como Murcia joven (1988 y 1991, I Bienal de escultura de Murcia (1994) Obras en espacios públicos: en Murcia, Puebla de Sancho Pérez (Badajoz). Ha residido muchos años en Murcia y actualmente trabaja en su taller de El Raposo (Badajoz). Por último, un consejo: leed El fugitivo, poemario de Jesús Aguado (Málaga) y volved a contemplar las imágenes y retomad esta entrada. Poema del círculo (jesús Aguado) Todo lo que decimos da vueltas y más vueltas rueda desde nosotros a nosotros baja por la pendiente que llamamos espalda mundo que da vueltas y más vueltas para encerrarnos juntos en la bola de nieve en el alud de círculos que van por la ladera creciendo y retumbando aplastando lo frágil ...

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