24 de mayo de 2009

Rachel Getting Married (2008)

Este intenso drama narra la historia de Kym (Anne Hathaway),cuya interpretación es magnífica, una ex-modelo que ha pasado los últimos diez años de su vida entrando y saliendo de centros de rehabilitación, regresa a casa durante un fin de semana para la boda de su hermana Rachel (Rosemarie DeWitt). A pesar de su juventud, Kym tiene un largo historial de crisis personales y conflictos familiares. La boda de Rachel se presenta como la ocasión perfecta para volver a la casa familiar de los Buchman, y limar así las asperezas del pasado. Sin embargo, lo que prometía ser un fin de semana festivo junto a los parientes y amigos de los novios, se complica cuando salen a relucir viejas tensiones. Kym, con su mordacidad habitual, contribuye a ello, formando un retrato familiar algo extraño. Dirigida por Jonathan Demme,la familia de Rachel está lejos de ser convencional. Ella se casa con un músico negro, su blanquísimo padre se ha casado en segundas nupcias con una mujer negra y los amigos e invitados -en su mayoría vinculados, también, con la música- son de varias etnias. En medio de tanta música y buen ambiente, aparece Kym, con su herida abierta (que los espectadores conoceremos más tarde), ella es el recuerdo encarnado de lo que todos querrían olvidar. Y al principio ese deseo de enterrarla es compartido por el espectador. Durante el ensayo de la ceremonia, por ejemplo, el torpe discurso de Kym hace que creamos que es el monstruo que aparenta: totalmente incapaz de pensar en nada más allá de ella misma, en busca desesperada de atención, sugiriendo que su desgracia la pone por encima de todos como una especie de medalla al coraje, Kym parece en efecto irredimible. Pero con el correr de las horas, y la aparición de la madre de ambas, Abby (Debra Winger), el verdadero mapa de la tragedia queda develado, sin subrayados melodramáticos ni explicaciones innecesarias. Una de las escenas más emotivas es la que muestra el esfuerzo que hace por participar de la celebración y de la danza, sin conseguirlo. Rachel Getting Married es una película sobre las cosas que salen mal aun cuando queremos hacer bien, y sobre las cosas que hay que hacer para sobreponerse a esos fracasos, a esas pérdidas. O mejor: es una película sobre las cosas que salen bien aun cuando todo ha salido mal -algo sobrevive siempre al fuego si se ha sembrado amor a tiempo. El final me dejó un tanto bloqueada, pero supongo que es el más razonable. Destaca el uso de la cámara que recuerda a los temblequeos del Dogma, que van muy bien a los devaneos mentales de la protagonista. Una buena película.

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