
A Shakespeare hay que enfrentarse con respeto, incluso cuando se trate de una farsa, como es el caso, la obra presenta un tema políticamente incorrecto y es triste que la "doma" de una joven no haga reír todavía en el siglo XXI, pero... ¡es Shakespeare! y es una delicia disfrutar de su ingenio y maestría con la palabra. La entenderemos, pues, como lo que es: una farsa o comedia que parodia al macho dominante y también a la mujer airada, tal vez sean tan solo un hombre y una mujer que se enamoran y adaptan uno al otro. La obra es ágil y divertida y el juego de puertas, que constituye el sobrio decorado, permite el dinamismo que exigen los irónicos diálogos. Tanto Alexandra Jiménez (Catalina) como José Manuel Sed(Petrucho) actúan muy bien.
Dirige Mariano de Paco.
Teatro Lope de Vega (Sevilla).
La comedia comienza con la burla a un borracho, al que hacen creer que es un rico señor e invitan a presenciar la función `La fierecilla domada´ cuyas protagonistas son dos hermanas: Catalina, la mayor, de la que los hombres huyen a causa de su carácter, y Blanca, la menor, que es cortejada por varios pretendientes.
Su padre decide que la menor no podrá casarse, hasta que no lo haga la mayor para desesperación de los aspirantes a Blanca, ya que consideran imposible que esto suceda. Pero aparece Petrucho, que decide hacer frente a la `fiera´ y domarla.
Consta de cinco actos, en verso y prosa, fue escrita en 1593-1594, representada en 1594 y publicada en el infolio de 1623. Está basada en una comedia precedente de título ligeramente distinto (Una fierecilla domada). Shakespeare se sirvió de un colaborador, que para la intriga secundaria recurrió a la fuente de los Supuestos de Ludovico Arlosto y a su versión inglesa, Supposes (1566) de George Gascoigne (1525?-1577). Se asignaron a Shakespeare el Prólogo ("Induction") y una serie de fragmentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario