10 de marzo de 2010
A single man
A SINGLE MAN (Un hombre soltero) dirigida por el diseñador Tom Ford es una película bella. Su estética se compone de una imagen cuidada, una música adecuada, una delicadeza inusual. Bebe del cine clásico (la escena de los amantes en la playa, el baile del protagonista con su amiga Charlotte), recoge lo mejor de aquellos directores que supieron detectar la sutileza del alma humana. No todo es perfecto, el filme resulta un poco lento y la cámara se recrea demasiado en planos iguales (los de la conversación en el bar entre el profesor y su alumno). El final es sorprendente, casi una lección: los seres humanos no podemos modificar el destino.
La acción, o la no acción mejor dicho, se sitúa en Los Ángeles en el año1962. George Falconer (Colin Firth), un profesor universitario británico de 52 años, lucha por encontrar sentido a su vida tras la muerte de Jim (Matthew Goode), su compañero sentimental durante dieciséis años. A lo largo de un día el espectador sigue al protagonista recordando su pasado mientras intenta decidir si vale la pena vivir el futuro. Un encuentro inesperado dará un giro a lo previsible. Colin Firth realiza una magnífica interpretación, al igual que Julianne Moore, en el papel de su ex- amante y ahora mejor amiga. Para entender el tema de la homosexualidad no hay que perder de vista que se trata de un reflejo de la sociedad de los años 60, llena de prejuicios. Lo que observa el profesor a través de su ventana es una familia- tipo que contrasta con su forma de vida. Las conversaciones entre su alumno y él no son claras, pero podemos intuir lo que hay detrás de frases correctas y educadas. Una curiosa película. Antigua.
Datos:
USA 2009
Guión: Tom Ford, David Scearce
Fotografía: Eduard Grau
Música: Abel Korzeniowski
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